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  • Foto del escritorIES Felo Monzón Grau Bassas

Acromatopsia: el mundo en blanco y negro.


Cuando vemos una película antigua, normalmente está en blanco y negro. Esto mismo sucede con las fotos de nuestros abuelos y bisabuelos. Y es que, hace años, la manera de retratar la realidad en celuloide solo se podía –o se solía– hacer en blanco y negro. Es cierto que, actualmente, muchas veces se recurre al blanco y negro con el intento de aplicar un efecto determinado o de darse una licencia artística, aunque ahora mismo la realidad ya se puede plasmar de un modo tan realista que, con unas simples gafas, hasta podemos disfrutar de películas en tres dimensiones.

Pero esto no es así para todo el mundo. Todos hemos oído hablar del daltonismo, y muchos conocemos a personas que sufren esta anomalía en la visión, que les incapacita para distinguir correctamente determinados colores, sobre todo los matices del rojo y el verde.

Y, en su afectación más extrema, el daltonismo se convierte en acromatopsia, una enfermedad congénita que afecta a la visión de tal modo que los que la padecen solo son capaces de distinguir el blanco, el negro y el gris en todos sus matices.


Se estima que esta enfermedad afecta a una de cada 30.000 personas, por lo que es considerada como una enfermedad rara. De todas maneras, esta tasa de afección puede variar, ya que su origen es genético, y hay zonas del mundo, como las islas Pingelap, en las que gran parte de su población se ve afectada.

Lo más conveniente es diagnosticar la acromatopsia lo antes posible, ya que, además de afectar a la capacidad de distinguir colores, también suele conllevar pérdida de agudeza visual y una gran dificultad para ver en condiciones de alta luminosidad. Por este último motivo, a veces también se la conoce como ceguera diurna, ya que los afectados ven mejor cuando hay poca luz.


Cómo diagnosticar la acromatopsia

Los síntomas de la acromatopsia más fáciles de identificar son los referentes a la fotofobia, o sensibilidad a la luz. La falta de agudeza visual también es otro síntoma que los oftalmólogos pueden diagnosticar en pacientes de edad temprana, y que pueden llevar a la conclusión de la presencia de acromatopsia. Esto es así porque la enfermedad está ocasionada por una alteración en las células fotorreceptoras de la retina (conos), y en un examen rutinario de la retina es muy difícil o imposible de identificar. De hecho, el diagnóstico de la acromatopsia ha de ser confirmado mediante una electroretinografía. Por desgracia, aún no existe ningún tratamiento para corregir la acromatopsia, aunque sí que se pueden atenuar algunas de sus molestias. Para los pacientes que tengan sensibilidad a la luz se suelen prescribir lentes tintadas, normalmente de colores oscuros y con filtros ultravioleta, y si también tienen afectada su agudeza visual, las lentes correctoras pueden facilitarles mucho el desenvolvimiento en la vida cotidiana. Acude cuando quieras a hacerte una revisión a nuestras ópticas, y descubre qué tipo de solución es la más adecuada para ti entre gafas progresivas, gafas graduadas y mucho más.

De todas maneras, cabe decir que, con un diagnóstico adecuado y unas lentes específicas, los afectados por la acromatopsia pueden llevar una vida autónoma, sin dependencia de otras personas e, incluso, desarrollando profesiones que parecen más complicadas para ellos a priori. Un buen ejemplo de esto es el artista Ferrán Tort, que dirige el proyecto artístico internacional ARTistLove, y a quien la acromatopsia no ha impedido desarrollarse como pintor y emprendedor.


Ferrán Tort

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